Las reformas a la salud, la pensional y la laboral han acaparado los titulares en la agenda del cambio impulsada por el Gobierno Nacional. No obstante, otras iniciativas, aunque avanzan a diferente ritmo y entusiasmo, se encuentran en la lista de prioridades gubernamentales.
El presidente Gustavo Petro anunció recientemente una propuesta de nueva reforma tributaria tras el aumento del 12 por ciento del salario mínimo para 2024. Esta nueva reforma busca reducir la tasa de renta corporativa y aumentar la renta de personas naturales en los niveles más altos.
La esperada reforma a los servicios públicos, aunque se ha aplazado para 2024, aborda temas como la universalidad y democratización de los servicios públicos, el mínimo vital y ajustes en la regulación, con especial atención a la estructura tarifaria.
Otra de las grandes apuestas del Gobierno Petro es la reforma agraria, que tiene como objetivo entregar 1.5 millones de hectáreas de tierra a los campesinos para 2026 y 3 millones de hectáreas en los próximos 12 años. Sin embargo, las cifras actuales muestran un progreso modesto, con tensiones y polémicas, especialmente en torno a la expropiación exprés.
El Código Minero también se encuentra en la agenda de reformas, priorizando la atención a la pequeña minería. Ecopetrol, la estatal petrolera, está en el centro de decisiones polémicas, desde un proyecto de ley que le permitiría entrar al negocio de generación de energía hasta la controvertida alianza anunciada con PDVSA para explorar y explotar petróleo y gas en Venezuela.
Estas iniciativas, aunque menos visibles, revelan una agenda compleja y polémica. Desde reformas estructurales hasta movimientos estratégicos en el sector energético, el Gobierno nacional enfrenta desafíos significativos en su búsqueda por transformar diversos aspectos de la realidad colombiana. Estas reformas menos conocidas, aunque no generan el mismo impacto mediático, tienen el potencial de moldear el futuro del país de maneras igualmente significativas.
Análisis
Las reformas a la salud, la pensional y la laboral son, sin duda, las más ambiciosas e importantes de la agenda del cambio. Sin embargo, las otras iniciativas mencionadas también tienen el potencial de generar un impacto significativo en la vida de los colombianos.
A la espera de la reforma tributaria anunciada hace unos días, por ejemplo, podría ayudar a financiar los programas sociales y de infraestructura del Gobierno. La reforma a los servicios públicos podría mejorar la calidad y la accesibilidad de estos servicios para todos los colombianos. La reforma agraria podría contribuir a la reducción de la pobreza y la desigualdad en el campo. Y la reforma al Código Minero podría ayudar a promover una minería más sostenible y equitativa.
El éxito de estas reformas dependerá de una serie de factores, entre ellos la capacidad del Gobierno para superar la oposición política y social, la disponibilidad de recursos financieros y la coordinación entre los diferentes actores involucrados. Sin embargo, si el Gobierno logra implementarlas con éxito, estas reformas podrían ayudar a transformar Colombia en un país más justo y equitativo.